Casi
el 95% de los universitarios japoneses tienen trabajo antes de terminar sus
estudios, según cuenta el diario online NoticiasNippon a raíz de una encuesta
realizada por el Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar. Esto da constancia
de un sistema educativo poderoso y efectivo que muchos otros países intentan
asumir.
Estudiantes de un instituto femenino. |
En
el año 2005, el gobierno japonés renovó su sistema educativo para hacerlo más
competitivo y ‘sacar de los niños lo mejor’. Para ello se estableció un sistema
de puntuación que valorase el nivel adquirido por los alumnos y se hizo un plan
de formación para los profesores que les garantizaba una autonomía en los métodos
de enseñanza. Estas reformas hicieron que Japón, país bien colocado en el
ranking del Informe Pisa, se alzase de puesto hasta alcanzar el actual
octavo-noveno puesto.
Gráfico de El País del Informe Pisa |
El
Informe Pisa basa su análisis en una serie de exámenes mundiales que se
realizan cada tres años y que tiene como fin la valoración internacional de los
alumnos en 62 países diferentes. Aunque es considerado un sistema objetivo, está
sometido a muchas críticas porque sólo mide la situación de la educación desde
un punto cualitativo y no social. Y justo en el aspecto social se encuentra la
clave del éxito del sistema educativo japonés.
Desde las aulas a los niños japoneses no sólo se les enseña conocimientos básicos sino también sensibilidad hacia el Arte, la Música y las Tradiciones Japonesas. Sin embargo la flexibilidad en el curriculum es máxima, pues cada colegio o instituto puede elegir una especialidad determinada con el objetivo de mejorar los resultados de sus alumnos en los exámenes selectivos. Estos exámenes tienen lugar después de cada etapa estudiantil, es decir, tras la enseñanza elemental para pasar al instituto y tras este para entrar en la Universidad. La dificultad de estas pruebas hace que muchos padres lleven además a sus hijos a academias privadas, conocidas como juku, para prepararse mejor para los exámenes. La preparación para estos exámenes centra buena parte de la atención de los alumnos japoneses.
Durante la vida escolar, el sistema japonés inculca en sus alumnos un gran sentido del corporativismo, de las rutinas y de la puntualidad. La forma de organizar la clase promueve la responsabilidad de los estudiantes asignándoles tareas y jerarquías. Es habitual que los profesores deleguen responsabilidades a otros alumnos como forma de aprender liderazgo.
La presión que se aplica sobre los estudiantes hace que muchos de ellos intenten salir del sistema. Los problemas de sociabilidad son frecuentes y la tasa de suicidio juvenil es aún demasiado alta. Un reportaje que documenta muy bien esta situación es 'Niños japoneses, la competitividad sin límites' . Aunque un poco antiguo, de los años 90, explica bien cuáles son los retos a los que se enfrenta la sociedad japonesa. Por último, os dejo otro vídeo, en inglés sin subtítulos, que explica cómo funcionan las clases en Japón desde la mirada de un occidental.
Fuentes del texto:
Diario online Noticias Nippon
Diario japonés Yomiuri Shinbun
Deberíamos aprender de ellos ¿no te parece?
ResponderEliminarPues la verdad es que sí :)
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